Unión
Estaba
sentada en el parque tocando con mi guitarra una bella canción. Mientras lo
hacía, pensaba en que hace mucho tiempo no veía a mis amigos. Recuerdo que
antes pasábamos mucho tiempo juntos, pero ahora no nos hablábamos y menos nos ayudábamos mutuamente. Pero ¿por qué?, ¿A dónde se fueron aquellos recuerdos?
¿qué fue lo que paso allí? Quizá todo empezó desde aquella vez cuando nos salió
mal lo que planeamos. ¡No, no puede ser! Creo que ya sé. Descuida, te contaré:
todo comenzó cuando estaban haciendo audiciones para un grupo artístico en mi
barrio. Yo me inscribí, pues sabia tocar la guitarra, el piano y el violín, así
que fui e hice la audición. Bueno, no salió como yo quería, pero mi mejor amiga
estaba allí y, como también hizo la audición, nos apoyábamos entre nosotras y
nos animamos en todo momento. Más o menos en un mes enviaron los resultados.
Llegaron cuando yo estaba con mi amiga y abrimos juntas el sobre. Fue una gran
sorpresa: ¡ambas estábamos en el grupo artístico!
Unos
días después fuimos a la primera reunión del grupo. Fuera de la sala donde
estábamos había un grupo de chicos que también eran del grupo; entonces, preguntamos
por qué no entraban a la sala, y un hombre nos contestó: “No está abierta aún, pero ya la abriré”. El hombre abrió la puerta,
y la sala estaba oscura; poco después una luz se prendió repentinamente y todos
nos asustamos, al principio, pero después nos sentimos felices porque era una
fiesta sorpresa de bienvenida. El maestro se presentó, nos dio un pequeño
discurso y todos nos presentamos luego. En el tiempo restante, aprovechamos
para conocernos entre todos y nos convertimos en un gran equipo artístico. Cada
una de los chicos que estaban ahí amaban el arte tanto como yo y mi mejor
amiga. Era increíble. En el discurso, el maestro nos dijo unas palabras que
nunca olvidaré: “Ustedes son una
comunidad o grupo grande, pero se van a dividir en cinco categorías: Danza,
música, pintura y dibujo, canto y teatro; nosotros elegimos su categoría de
acuerdo a su audición ¡y esperamos que disfruten de las clases!”. Obviamente, yo quedé en la categoría
de música y mi amiga en la categoría de danza. También podíamos escoger una
subcategoría, y yo escogí canto, pues, además de poder usarlo con mis
habilidades para los instrumentos, también cantaba muy bien y podía componer
canciones con más facilidad.
Unos
años después, invitaron a todo el grupo artístico a un evento, pero la
presentación no nos salió como lo esperábamos ni lo habíamos ensayado. Pero no le
dimos mucha importancia porque el maestro siempre nos repetía: “No importa si no ganan, siempre tendrán un
mejor premio SU AMISTAD Y EMPEÑO”. Esta vez no había premio, pero tomamos
esa frase con mucho cariño. Unas horas después del evento, llegaron muchas críticas
hacia el maestro y hacia nosotros; en especial, hacia la chica que tocaba el
clarinete. No pusimos mucha atención a aquellas críticas y nos mantuvimos
unidos. Después, nos dieron la triste noticia de que la chica que tocaba el
clarinete quería retirarse del grupo por las críticas que recibió, y así lo
hizo En ese preciso momento, todos mis amigos empezaron a culparse los unos a
los otros por los resultados de la presentación, y uno de los chicos dio la
idea de que el grupo tenía que separarse, y eso fue lo que sucedió. Ahora que
recuerdo esta historia, quiero remediarlo todo, pues fui yo quien propuso que
nos separáramos, y ahora los necesito a todos, a mi maestro… a mi grupo. Cuando
me encuentro a alguien de aquel grupo, veo en sus ojos que de nuevo quiere
estar con aquellos amigos del grupo artístico de antes. ¡Tengo una idea!: iré a
buscar a mi mejor amiga. De seguro ella me va a ayudar.
Ya
llegué a la casa de mi mejor amiga. Ahora le contaré el plan. (Lo dividí en
fases para que sea más interesante). En la primera fase quiero buscar a alguna
persona que actúe y que nunca hubiera estado en nuestro grupo. Luego, en la
fase dos, el actor hablará y socializará un poco con algunas personas del
antiguo grupo para que, más tarde, en la fase tres, las lleve con alguna de
nosotras. La idea es hablar con nuestros antiguos amigos y convérselos de
integrarse de nuevo al grupo. Además, vamos a pedirles que nos ayuden a
convencer a los demás. ¿Qué tal?, (bueno, primero debo empezar con plan
“convencer a mi mejor amiga”). Esperemos que acepte… ¡Muy bien! ¡Aceptó sin
ningún problema! Así, comenzamos lo más pronto posible con la primera fase: es una
mañana soleada y acabamos de desayunar. Ahora vamos caminando por la calle y,
justo en el otro andén, veo un cartel que dice: “Se contratan actores a tan solo $60.000 la semana. Llame al número
01-800-3636-5”. Es muy barato, así que mi amiga ya está llamando, y es
probable que la fase dos comienza en más o menos media semana porque ya tenemos
cita con el actor. Así que, fase dos, aquí vamos. Nos encontramos con el
muchacho en un parque donde estaba bailando hip
hop con muchas personas a su alrededor. De acuerdo, es momento de que él
vaya e intente convencer a algunos de mis amigos. ¿Por qué será que las cosas
no salen como las planeo? El chico caminó casa por casa buscando a algunos de
los integrantes del grupo, pero no pudo convérselos porque desconfiaron de él:
no lo conocían, obviamente. Entonces, mi mejor amiga habló con los que pudo y
les dijo que los extrañaba mucho. También les habló del plan, y ellos
estuvieron muy entusiasmados. Al parecer yo no era la única que quería verlos
de nuevo. Fase dos y fase tres, superadas. Pero lo más difícil es encontrar a
nuestro maestro porque él vive en una ciudad grande y nosotros en un pueblo…
pequeño, muy pequeño. Eso no importa: ahora mismo vamos rumbo a la gran ciudad,
con mucho entusiasmo. (Horas más tarde). Aquí estamos buscando al maestro en su
actual trabajo, pues ahora dizque es secretario en la registraduría. Él es un
artista, y yo no entiendo por qué trabaja ahí. De cualquier modo, preguntamos
por el maestro y nos dijeron que estaba en su día de descanso. No fue tan
difícil encontrar la casa del maestro –los compañeros de trabajo nos dieron ese
dato-. Aquí, en la gran ciudad, es de
noche, y acabamos de hablar con él. Al principio no entendí lo que nos dijo,
pero, ahora que lo pienso, logro comprenderlo: “Ustedes eran un grupo fuerte. Volveré”. ¿Pueden creer que estamos
de nuevo juntos? Yo no lo creo, pero sí creo en nuestro grupo. Después de todo,
el maestro siempre nos animó con muchas frases inspiradoras, y ahora lo sé; sé
que “la comunidad no se detiene, porque
todos unidos llegaremos más lejos”.
Autora: Mariana López
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