viernes, 7 de junio de 2019

Unión



Unión
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Estaba sentada en el parque tocando con mi guitarra una bella canción. Mientras lo hacía, pensaba en que hace mucho tiempo no veía a mis amigos. Recuerdo que antes pasábamos mucho tiempo juntos, pero ahora no nos hablábamos y menos nos ayudábamos mutuamente. Pero ¿por qué?, ¿A dónde se fueron aquellos recuerdos? ¿qué fue lo que paso allí? Quizá todo empezó desde aquella vez cuando nos salió mal lo que planeamos. ¡No, no puede ser! Creo que ya sé. Descuida, te contaré: todo comenzó cuando estaban haciendo audiciones para un grupo artístico en mi barrio. Yo me inscribí, pues sabia tocar la guitarra, el piano y el violín, así que fui e hice la audición. Bueno, no salió como yo quería, pero mi mejor amiga estaba allí y, como también hizo la audición, nos apoyábamos entre nosotras y nos animamos en todo momento. Más o menos en un mes enviaron los resultados. Llegaron cuando yo estaba con mi amiga y abrimos juntas el sobre. Fue una gran sorpresa: ¡ambas estábamos en el grupo artístico!

Unos días después fuimos a la primera reunión del grupo. Fuera de la sala donde estábamos había un grupo de chicos que también eran del grupo; entonces, preguntamos por qué no entraban a la sala, y un hombre nos contestó: “No está abierta aún, pero ya la abriré”. El hombre abrió la puerta, y la sala estaba oscura; poco después una luz se prendió repentinamente y todos nos asustamos, al principio, pero después nos sentimos felices porque era una fiesta sorpresa de bienvenida. El maestro se presentó, nos dio un pequeño discurso y todos nos presentamos luego. En el tiempo restante, aprovechamos para conocernos entre todos y nos convertimos en un gran equipo artístico. Cada una de los chicos que estaban ahí amaban el arte tanto como yo y mi mejor amiga. Era increíble. En el discurso, el maestro nos dijo unas palabras que nunca olvidaré: “Ustedes son una comunidad o grupo grande, pero se van a dividir en cinco categorías: Danza, música, pintura y dibujo, canto y teatro; nosotros elegimos su categoría de acuerdo a su audición ¡y esperamos que disfruten de las clases!”. Obviamente, yo quedé en la categoría de música y mi amiga en la categoría de danza. También podíamos escoger una subcategoría, y yo escogí canto, pues, además de poder usarlo con mis habilidades para los instrumentos, también cantaba muy bien y podía componer canciones con más facilidad.

Unos años después, invitaron a todo el grupo artístico a un evento, pero la presentación no nos salió como lo esperábamos ni lo habíamos ensayado. Pero no le dimos mucha importancia porque el maestro siempre nos repetía: “No importa si no ganan, siempre tendrán un mejor premio SU AMISTAD Y EMPEÑO”. Esta vez no había premio, pero tomamos esa frase con mucho cariño. Unas horas después del evento, llegaron muchas críticas hacia el maestro y hacia nosotros; en especial, hacia la chica que tocaba el clarinete. No pusimos mucha atención a aquellas críticas y nos mantuvimos unidos. Después, nos dieron la triste noticia de que la chica que tocaba el clarinete quería retirarse del grupo por las críticas que recibió, y así lo hizo En ese preciso momento, todos mis amigos empezaron a culparse los unos a los otros por los resultados de la presentación, y uno de los chicos dio la idea de que el grupo tenía que separarse, y eso fue lo que sucedió. Ahora que recuerdo esta historia, quiero remediarlo todo, pues fui yo quien propuso que nos separáramos, y ahora los necesito a todos, a mi maestro… a mi grupo. Cuando me encuentro a alguien de aquel grupo, veo en sus ojos que de nuevo quiere estar con aquellos amigos del grupo artístico de antes. ¡Tengo una idea!: iré a buscar a mi mejor amiga. De seguro ella me va a ayudar.

Ya llegué a la casa de mi mejor amiga. Ahora le contaré el plan. (Lo dividí en fases para que sea más interesante). En la primera fase quiero buscar a alguna persona que actúe y que nunca hubiera estado en nuestro grupo. Luego, en la fase dos, el actor hablará y socializará un poco con algunas personas del antiguo grupo para que, más tarde, en la fase tres, las lleve con alguna de nosotras. La idea es hablar con nuestros antiguos amigos y convérselos de integrarse de nuevo al grupo. Además, vamos a pedirles que nos ayuden a convencer a los demás. ¿Qué tal?, (bueno, primero debo empezar con plan “convencer a mi mejor amiga”). Esperemos que acepte… ¡Muy bien! ¡Aceptó sin ningún problema! Así, comenzamos lo más pronto posible con la primera fase: es una mañana soleada y acabamos de desayunar. Ahora vamos caminando por la calle y, justo en el otro andén, veo un cartel que dice: “Se contratan actores a tan solo $60.000 la semana. Llame al número 01-800-3636-5”. Es muy barato, así que mi amiga ya está llamando, y es probable que la fase dos comienza en más o menos media semana porque ya tenemos cita con el actor. Así que, fase dos, aquí vamos. Nos encontramos con el muchacho en un parque donde estaba bailando hip hop con muchas personas a su alrededor. De acuerdo, es momento de que él vaya e intente convencer a algunos de mis amigos. ¿Por qué será que las cosas no salen como las planeo? El chico caminó casa por casa buscando a algunos de los integrantes del grupo, pero no pudo convérselos porque desconfiaron de él: no lo conocían, obviamente. Entonces, mi mejor amiga habló con los que pudo y les dijo que los extrañaba mucho. También les habló del plan, y ellos estuvieron muy entusiasmados. Al parecer yo no era la única que quería verlos de nuevo. Fase dos y fase tres, superadas. Pero lo más difícil es encontrar a nuestro maestro porque él vive en una ciudad grande y nosotros en un pueblo… pequeño, muy pequeño. Eso no importa: ahora mismo vamos rumbo a la gran ciudad, con mucho entusiasmo. (Horas más tarde). Aquí estamos buscando al maestro en su actual trabajo, pues ahora dizque es secretario en la registraduría. Él es un artista, y yo no entiendo por qué trabaja ahí. De cualquier modo, preguntamos por el maestro y nos dijeron que estaba en su día de descanso. No fue tan difícil encontrar la casa del maestro –los compañeros de trabajo nos dieron ese dato-.  Aquí, en la gran ciudad, es de noche, y acabamos de hablar con él. Al principio no entendí lo que nos dijo, pero, ahora que lo pienso, logro comprenderlo: “Ustedes eran un grupo fuerte. Volveré”. ¿Pueden creer que estamos de nuevo juntos? Yo no lo creo, pero sí creo en nuestro grupo. Después de todo, el maestro siempre nos animó con muchas frases inspiradoras, y ahora lo sé; sé que “la comunidad no se detiene, porque todos unidos llegaremos más lejos”.
                                                                                                                      Autora:  Mariana López

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